domingo, 28 de abril de 2013

El Ajedrez como solución a la educación en México

LUIS FRANCISCO GARCÍA MANRÍQUEZ@LuisFGMSH

En el artículo 3º de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, hay un apartado que establece lo siguiente:”… la educación que imparta el estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.”
Según Carlos Ornelas, en su libro “El Sistema Educativo Mexicano: la transición de fin de siglo”, establece que: “La orientación de la educación mexicana, más allá de los mandatos constitucionales, siempre ha sido una cuestión en controversia que se manifiesta en proyectos de política educativa que responden a diferentes intereses y grupos sociales. La transición actual se evidencia en la pugna entre tres proyectos: el que lucha por sobrevivir, el que aparentemente asciende en todos los órdenes de la vida y el ambiente internacional..” con esto nos deja claro que la educación en México se ha integrado bajo los intereses personales de los “integradores” del sistema educativo mexicano. También establece que: “… El proyecto de una educación democrática persigue que el sistema educativo mexicano acostumbre a los mexicanos a que aprendan a apreciar lo que hacen con su trabajo, a sentir satisfacción interna por lo realizado; que además tengan iniciativa personal e independencia de criterio” Regresando al contexto mexicano de la educación, tenemos que admitir que el sistema se encuentra en crisis. Sin afán de sonar alarmista, es importante admitirlo. Basta con recordar nuestras primeras evaluaciones en la prueba PISA, lugar 27 de 27 países en el 2000, lugar 29 de 29 el 2003, y lugar 30 de 30 el 2006. Y la última prueba, del 2009 sigue lejos de ser alentadora, pues México se colocó en el lugar 48 de 67 países.
La cultura mexicana carece de la rigidez que en China logró colocarlos en la cúspide de esta evaluación, sin embargo al joven mexicano le gusta competir en actividades extra-escolares. Es muy fácil observar un ejemplo de esto en cualquier recreo donde los niños disfrutan jugando futbol. Por este lado se puede acercar una opción, tan completa de competencia sana e intelectual como lo es el ajedrez, a los estudiantes

Según la Federación Peruana de Ajedrez, Sigmund Freud fue el primer psicólogo en mencionar el juego de ajedrez cuando en 1913 afirmó que los pasos requeridos para dominar el juego de ajedrez eran similares a las técnicas de análisis del comportamiento. En 1925, los psicólogos de origen ruso, Djakow, Petrowski y Rudik estudiaron a los grandes maestros del ajedrez para determinar cuáles eran los factores fundamentales del talento ajedrecístico.
Estos investigadores determinaron que los grandes logros obtenidos dentro del ajedrez radicaban en: la memoria visual excepcional, el poder combinatorio, la velocidad para calcular, el poder de concentración y el pensamiento lógico: "el ajedrez es uno de los juegos-deporte más completo para el desarrollo intelectual de los chicos y de las chicas porque, además de estructurar sus mentes, es una forma divertida de aprender un juego no habitual entre la gente de su edad y que les permite desarrollar su capacidad intelectual"
El ajedrez puede ser practicado con varios objetivos, como la diversión y entretenimiento, la competencia o incluso para complementar la educación y formación de niños y jóvenes. Éste último objetivo es muy importante, ya que puede ayudar a mejorar el sistema educativo en México. Uno de los múltiples beneficios del ajedrez es que ayuda al desarrollo de la capacidad intelectual y de las habilidades de inteligencia emocional. También es benéfico para mejorar el coeficiente intelectual y mejorar el rendimiento escolar de niños y jóvenes. En cuanto a la capacidad intelectual, hay varios rubros en los que el ajedrez ayuda. Uno de ellos es la atención y concentración. Debido a  que las partidas de ajedrez suelen ser arduas y largas, un jugador de ajedrez debe siempre mantener un altísimo grado de concentración y de atención. Con el tiempo, alguien que juegue ajedrez aprende a desarrollar estas dos habilidades para aplicarlas en otras áreas. El ajedrez también ayuda a desarrollar la capacidad de análisis de una persona, ya que un jugador de ajedrez debe siempre analizar las múltiples alternativas y tomar la mejor decisión. La memoria también se ve beneficiada por el ajedrez, debido a que muchas veces el jugador debe basarse en las experiencias o en partidas estudiadas y debe tomar la mejor decisión en poco tiempo. Precisamente esto último, la toma de decisiones bajo presión, es una de las habilidades que más se mejoran con el ajedrez. Durante una partida de ajedrez, la persona debe enfrentar muchos problemas y debe saber tomar la mejor decisión y encontrar la mejor solución posible, en el menor tiempo posible. También se mejoran la creatividad e imaginación, ya que muchas veces el ajedrecista debe improvisar y definir su propia estrategia. Finalmente, el ajedrez también tiene un impacto benéfico en la habilidad de razonamiento lógico-matemático de las personas que lo practican.

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