El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
Por Rafael Cano Franco
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)
inició una campaña para diferenciarse de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE); de acuerdo a esa campaña, los maestros del
SNTE están en el aula educando y los de la CNTE en la calle protestando por
todo.
Eso no es del todo verdadero, al menos en Sonora es falso.
Maestros afiliados al SNTE sección 28 han paralizado las clases
en diez escuelas secundarias de Hermosillo y con ello han perjudicado a miles de
alumnos que no tienen clases; el pretexto es que no les han pagado un bono
sexenal que ellos calculan de 3 mil 500 pesos.
Pero resulta que el bono sexenal no es una conquista sindical,
tampoco está incluido en el contrato laboral, es simplemente una tradición que
un gobernante saliente le regala a los maestros federales.
Vale decir que hace seis años, este bono sexenal tampoco se les
pagó a los maestros en diciembre, se les finiquitó hasta enero del 2007, ya
cuando Felipe Calderón era Presidente y todo hace indicar que en esta ocasión no
será diferente, pero en el inter y con el paro de labores los que han resultado
perjudicados son los alumnos del nivel secundaria.
En el marco del Grupo Contrapunto 10, platicábamos ayer con el
dirigente de la Sección 54 del SNTE, Jesús Jaime Rochín Carrillo, a quien le
cuestionábamos su postura con respecto al movimiento que realizan sus homólogos
de la Sección 28 y nos aseguraba que él no compartía ese tipo de estrategias e
incluso que entre sus propios agremiados causó molestias.
Este paro en las secundarias nos lleva a reflexionar:
Bien dicen que la escolaridad mexicana ha sido una hazaña
cuantitativa, pero una “catástrofe silenciosa” en el aspecto de la calidad. En
estos momentos la gran pregunta sobre el papel de la educación está vigente:
¿Educar, para qué? ¿Qué y cómo debe aprender la gente? Ni las autoridades
educativas, ni los sindicatos han sido capaces de responder con claridad esas
interrogantes.
Se supone que la gente debe aprender en la escuela lo que
necesita para resolver su vida. Sin embargo en este México del siglo XXI, sub
calificado y mal educado, eso debiera significar aprender lo necesario para
obtener un empleo; mejor aún sería, para crearlo.
El problema es que las canonjías políticas que el Gobierno
entrega al Magisterio lo único que logró fue poner la educación que reciben
nuestros hijos fuera de toda auscultación pública o evaluación ciudadano. El
resultado es un sistema educativo que se volvió ajeno a las necesidades de los
jóvenes que acuden a estudiar y también se alejó de las demandas de la sociedad,
fundamentadas en la petición clases siempre y de calidad.
Precisamente por esto es que a los maestros no solamente les
importa poco el reclamo que les hacen los ciudadanos por su actitud parista,
algunos hasta insultan a los padres que les reclaman su actitud porque
consideran que afectando a los jóvenes, de por sí ya mal preparados, es la única
forma de lograr sus demandas.
Por eso sostengo que a pesar de la propaganda, ni el SNTE ni la
CNTE son entes sindicales responsables, cuyo objetivo sea buscar la
transformación educativa de México.
Lástima que falte autoridad para obligarlos a regresar a clases
y más autoridad falta para descontarles los días que han dejado sin clases a
miles de alumnos.
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