La Jornada
La presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, dijo que la reforma laboral debe garantizar salarios justos, empleos y el derecho a la huelga.
Gordillo Morales afirmó ayer en Tijuana, Baja California, que no exigirá cuotas de poder al próximo gobierno federal. Evadió cuestionamientos sobre la transparencia sindical vetada en la reforma laboral aprobada por los diputados, y aseguró que el sindicato que encabeza rinde cuentas a sus agremiados.
Es fundamental que haya empleos una vez que se apruebe la reforma, pero sobre todo que éstos no sean de mano de obra barata, dijo en conferencia de prensa.
La lideresa sostuvo que nunca ha permitido que nadie me amenace, y rechazó sentirse amedrentada por el gobierno que encabezará el priísta Enrique Peña Nieto, quien deberá entender que la autonomía sindical del SNTE no está sujeta al color de quien se siente en la silla presidencial.
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