martes, 16 de octubre de 2012

Desplegado / SNTE

Reforma
lunes, 15 de octubre de 2012
 
La formación de valores en el México del siglo XXI
Elba Esther Gordillo
Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación

La iniciativa de la Asociación Civil "Educación y Formación de Valores" para dar un impulso a la educación en México, es fundamental por dos razones, en principio porque se ¦opone dar vida a una nueva forma de institucionalidad que tiene como misión el diseñar nuevas alternativas frente a los enormes retos que tenemos.
No se trata solo de plantearse el objetivo de crear los instrumentos que contribuyan a fortalecer, defender y preservar la vida humana, individual y colectiva, sino de dar la correcta dimensión a los problemas que invaden el espado del hombre, generando fenómenos de enormes consecuencias.
Más allá de las razones jurídicas y políticas sobre los motivos para enfrentar el delito, la ilegalidad y la enorme corrupción que ella genera y en la cual se sustenta, no podemos cerrar los ojos frente a los impactos que tuvo y seguirá teniendo:"la guerra contra el crimen" Asi como es incuestionable que la razón esencial del Estado es defender la legalidad y hacer prevalecer el Estado de Derecho, así también lo es que la sociedad ha pagado enormes costos derivados de esta decisión, lo que ha trastocado prácticamente todos los espacios del desarrollo social y disuefto muchos de los lazos que la cohesionaban.
La segunda razón radica en que coloca, de manera más que acertada,en el centro del debate, la imperiosa necesidad de hacer una revisión sobre el verdadero y más profundo problema que como sociedad y civilización tenemos: los valores que, ya sea como individuos y/o colectivo, reconocemos, apreciamos y defendemos.
Lo anterior, porque la compresión del grave fenómeno que hoy enfrentamos está, precisamente, en responder los siguientes cuestionamientos: ¿qué valores nos cohesionan? ¿qué principios éticos nos determinan? ¿qué objetivos nos dan fundamento? La acelerada desvalorización que padecérnosos el resultado del relativismo moral impulsado por el consumismo a ultranza, además de la aberrante acumulación material que el modelo económico privilegia, lo que culmina con la concentración del ingreso en unas cuantas manos, frerite a la falta de oportunidades de bienestar para la enorme mayoría.
En este sentldo,si queremos recomponer la situación de una manera radical y profunda,debemos definir las cosas:la peor inmoralidad, la verdadera causante de los desórdenes que en todos los aspectos tenemos, es la concentración del ingreso, la acumulación de bienes sin cortapisas,aspectosque han situado al egoísmo como razón de vida.
No se trata de menospreciar los méritos de quienes han logrado el éxito que los ha llevadoa niveles de bienestaryde riqueza significativos, se trata sf,de denunciar aquellas prácticas que se despliegan para desvincular esa riqueza de los eifuerzos colectivos que sin duda la propiciaron,y que pervierten las vías establecidas para redistribuir la y generar condiciones dignas de empleo que contribuyan a construir un mejor futuro social, superior en concepto al limitado y excluyeme presente individual.
No es una desproporción afirmar que el país vive un acelerado proceso de desinstitudonalización en prácticamente todos los aspectos,y ello obedece a un hecho simple y, a la vez complejo.
Las instituciones mediante las cuales el Estado buscada cumptlr el objetivo del ascenso individual y colectivo de la sociedad,se fundaron en un modelo denominado Estado de Bienestar, principio que daba coherencia y rumbo a toda su operación.
Como todo modelo de desarrollo social, su utilidad y eficiencia dependía de que las grandes variables estuvieran correctamente administradas y permitieran que fueran las reformas al modelo las que lo actualizaran.
Existe un amplio debate acerca del momento en que el Estado de Bienestar dejó de funcionar y que algunos autores ubican durante el gobierno del presidente estadounidense Richard Nixon, cuando en los años 70 decide que el Patrón Oro ya nofuera el sustento del valor del dólar norteamericano, empujandoa la economía pbr un camino que no tenía referentes. Sin embargo, otros ubican el fenómeno en los tiempos del presidente Ronald Reagan y la primera ministra del Reino Unido, Margaret - Thatcher.tuaridb^eacuñaunprinelpkiquellegóauniversaliiareftlosReaganornics.•-:¦ ¦¦?<¦¦ •¦ ¡ Este análisis, que parecería lejano frente a los problemas concretos que hoy enfrentamos, no lo es tanto, ya que el cambio de modelo de Estado sigue presionando a prácticamente todas las instituciones, no obstante k> cual y a pesar de que ya pasaron 40 años, no se han realizado las transformaciones necesarias para operar bajo otras reglas.
Si la economía no crece de una manera proporcional a la población; si no genera los empleos necesarios; si no se convierte en el medio eficiente que permita a los individuos y a sus familias mirar con confianza el futuro, entonces ta estructura social se cimbra sometiéndola a tremenda tensión; no hay mayor debilidad social que la que surge del miedo al porvenir.
En solo la segunda mitad del siglo XX,la población del país se triplicó al pasarde poco más de 30 millones a cerca de 100, la sociedad se urbanizólos medios masivos de comunicación se globalizaron, a lo anterior agregamos el cambio de mayor impacto: el promedio de vida se elevó de 50 años, a más de 70, transformaciones todas que implicaron, de hecho, el surgimiento de una nueva sociedad.
Insisto, referentes que parecen lejanos pero que aún hoy no hemos reconocido, lo que permite concluir que la gran mayoría de las instituciones que fueron diseñadas para otro modelo de Estado y otro estadio de desarrollo, dejaron de ser pertinentes, no malas, ni indeseables,simplemente ineficaces.
Entre las cosas que nos caracterizan a los mexicanos,está el aferramos a la tradición dándole un valor muy alto, sin duda necesario, porque de ella nutrimos nuestro sentido de pertenencia, pero llevándolo a extremos inconvenientes.
Más aún, nos resulta muy difícil revisar siquiera los temas, elaborar los diagnósticos acerca de las condiciones que ahora influyen, de poner a discusión asuntos que, siendo simples, se complejizan al convertirse en temas ¡deotoglzados.
Es cierto que esa actitud es el resultado de un largo régimen político que veía en la crítica motivo suficiente de ruptura,y que frente a ello desplegaba una oferta de reformismo permanente,sin embargo ese régimen político dejó de funcionar hace ya mucho tiempo y la vía del reformismo ya no es la viable para construir los caminos que nos lleven a un futuro de bienestar.
¿No es suficiente reconocer que hace más de 30 años la economía no crece sino marglnalmente? ¿no lo es que hay un déficit de empleo que afecta a más de 30 millones de personas? unos en el desempleo y otros en la informalidad ¿es acaso una falsedad que los sistemas de medicina colectiva están sostenidos casi por la voluntad de quienes la sirven? o ¿que los sistemas de pensiones están derrotados, como también que la pobreza crece a una tasa superior al gasto público que se emplea para erradicarla? o ¿que las inundaciones y la desertíficadón se expanden inexorablemente en el país? No se trata de enjuiciara nadie, ni gobiernos ni ideologías, y mucho menos negar sus méritos, sino solo reconocer fenómenos, simples, llanos, específicos, lo cual nos conduce a la conclusión de que los actuales sistemas e instituciones, no son las que un país como el nuestro,con su población, con su ubicación estratégica y compleja, con su conformación histórica y humana, con sus rezagos y potencial, reclama.
Hago esta reflexión en momentos en que la situación que antes bosquejamos, ya de por si compleja, es todavía más exigente porque hoy la sociedad está mucho más cercana a los problemasy mucho más impactada por elfos, entre otras cosas, porque la comunicación humana se ha potenciado como nunca antes.
En la época que vivimos, sería impensable proponer instituciones en que la sociedad no tuviera una participación protagónica, como también lo sería que dicha sociedad no asumiera1 una o muchas responsabilidades,frente a sus deseos y expectativas.
Porque esa es otra de las condiciones que concluyeron con el fin de régimen político en México y con el sistema económico paternalista que prevalecía: no puede haber derechos sin obligaciones; exigencias sin compromisos; dfrriandas sociales sin ofertas individuales.
Mientras el régimen político tutelaba con eficiencia el cuerpo sodal, podía ofrecer beneficios sin costo o aparentemente sin costo, pero hoy eso ya no puedesuceder.
Junto con muchas otras, una de las instituciones sociales que más se han deteriorado como resultado del agotamiento económico y social que el país ha vivido, está precisamente la más importante y esencial de todas, no solo frente al reto de convivencia sino ante el ordenado recambio generacional necesario para el país: la familia.
Hasta hace algunas décadas,la familia mantenía una estructura en la que los roles,sobre todo el referido a su participación en el proceso de formación de valores y educación de los hijos, estaban claramente definidos, hecho que se modificó cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso familiar.y que no solo impactó en el deterioro individual sino en el de la sociedad toda.
El abandonode la madre en la formación de los hijos, convirtió a las escuelas en guarderías juveniles, a los maestros, en solidarios responsables de la educación y vació de contenido educativo y de convivencia humana, enormes cantidades del tiempo familiar, el cual fue ocupado por el excesivo consumo de televisión chatarra y el abusivo uso de instrumentos lúdicos envueltos en ropajes de tecnología, también chatarra.
Cuando la familia dejó de ser el centro de la formación de los valores, éste fue ocupado por otros sistemas de comunicación con otros objetivos, mismos que coparon una enorme cantidad del tiempo libre de los integrantes de la familia, mediante un pretexto aparentemente inocuo pero que tiene enormes impactos en la desvalori2ación humana y social:ei "entretenimiento? Ello nos remite a reflexionar lo que implica y seguirá implicando, la desvalorización que la sociedad ha experimentado en las últimas décadas y que hoy se materializa en formas diversas,dramáticas,como son los homicidios múltiples,el incremento en las adicdones,el trágico aumento del número de NiNis o el fracaso del Estado para garantizar la seguridad en enormes franjas del territorio nacional.
La debilidad del entorno familiar redunda,en que una impresionante cantidad de tiempo, antes empleado en la construcción de los códigos familiares, y con ellos los de la comunidad, son gastados, dilapidados, con un solo fin:"entretenerse" ¿Entretenerse en qué y para qué? entretenerse en hacer de la vacuidad un desperdicio del tiempo que podría, debería, emplearse en al crecimiento espiritual, material, humano y su consecuencia: en valores.
El enorme daño que ha generado el excesivo consumo de televisión chatarra, no solo por los mensajes de doble moral con el que se construye, sino por la gran cantidad del tiempo individual y social del que se apropia, no puede de ninguna manera minimizarse.
Es el tiempo el mayor recurso del que disponemos los humanos;ahí se construyen los sueños, los afectos, las relaciones, la felicidad,por lo que si alguien se apropia de él, aún por elección legitima de quien así lo decide,estará robándoselo para sus fines,que no serán los de lograr la felicidad sino de enajenarla.
Subrayo, no se trata de entrar en debates inútiles sobre la libertad de expresión o de comunicación, sino de reflexionar si ese derecho legítimo no tendría que equilibrarse con otros derechos como la convivencia, la comunicación interpersonal,el uso recreativo y cultural del tiempo libre.
¿En qué momento,cada vez más escaso y sumido en el tremendo reto de la subsistencia familiares que se produce el diálogo entre padres e hijos? ¿cuándo se socializan los problemas, las aspiraciones y aún los miedos y fracasos de quienes forman la familia?, porque estamos claros que en los pocos momentos disponibles para ellees cuando la televisión, con su monótono e insulso ruido, avasalla con el "entretenimiento" Otro de los aspectos fundamentales en cuanto a la formación de valores y de socializar que existen, tema en el cual hemos tenido la enorme oportunidad de asumir compromisos y servir, es la educación y la forma en que se concibe, entrega y valora.
Al igual que prácticamente todas las instituciones nacionales,el sistema educativo nacional ya no es el que se requiere.
Si bien tuvo el mérito de realizar una hazaña al brindar educación básica a una sociedad secularmente atrasada, reduciendo el analfabetismo y dotando a los mexicanos de un promedio de educación cercano a los 9 años, para el reto de la calidad no está suficientemente equipado, mencionamos algunas evidencias de ello.
- Destinar el 8 por ciento del PÍB al financiamiento de la educación, mandato constitucional; no se ha alcanzado.
- Lograr la universalización de la educación básica de 12 años; no se ha logrado y,lo peor,donde puede decirse que hay universalización,en el ingreso,no funciona, porque menos de la tercera parte culmina el proceso,por lo que tal universalidad resulta falsa.
- El hacer del federalismo educativo la vía para atender la educación desde las diferentes características que tiene en el país es inoperante. El federalismo educativo se ha convertido en una nueva forma de centralismo, ya que los estados evaden su responsabilidad y no suman ni imaginación ni programas, que se dirijan a la resolución de sus específicos y diferenciados problemas.
Habiéndose reconocido la importancia que hoy tiene en la educación la informática, además de que se practican políticas públicas dirigidas hacia este propósito, la conectividad en las escuelas sigue en niveles inferiores al 20 por ciento.
La Alianza por la Calidad de la Educación es una evidencia de que los resultados, si bien son correctos, logran metas marginales. Así las cosas, a ese ritmo, tardaremos dos o tres generaciones en lograr los niveles que hoy se requieren, la cuestión es que para ese entonces serán obsoletos.
Algo que no podemos dejar de abordar, hablando del tema educativo que tanto implica y significa, es que con evidentes objetivos políticos e intereses de los poderes . *áeticos,a últimas fechas se ha desplegado una campaña mediática contra los maestros y contra su organización.
Los argumentos son básicamente dos: que los maestros son los responsables de la mala calidad educativa y que su Sindicato ha bloqueado toda iniciativa que tenga como fin su mejoramiento, afirmaciones a todas luces falsas.
Ante el alejamiento de los padres de familia del proceso de formación de los hijos, han sido los maestros quienes han sostenido el esfuerzo educativo, por lo tanto, es a ellos a quienes se debe que no se haya derrumbado el nivel educativo de los mexicanos.
Los maestros de México, en un lapso de 20 años, han aumentado en cinco años, en promedio, sus estudios de formación (además del utilizado para obtener la profesión).
Aunado a lo anterior, son los que más cursos de actualjzación y formación continua realizan a nivel mundial.
Valga la aclaración de que tanto la formación de los maestros, como los cursos de actualización, así como su necesaria relación con el desempeño docente y sus impactos en la calidad de la educación, son definidos por el gobierno, no por los maestros.
Con respecto a la "supuesta" resistencia a los cambios por parte del SNTEfue nuestra organización la que impulsó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica,mismo que dotó a los mexicanos de 3 años más,en promedio,en su nivel de educación.
Fue el SNTE el que propuso la obligatoriedad de la educación secundaria, de la educación preescolar y la integración de la educación básica en un ciclo de 12 años; ninguna lograda aún.
Igualmente, exigimos la creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y, más recientemente, el que las plazas de nueva creación fueran sometidas , a concurso, se hiciera la evaluación universal de los docentes y que se estimulara a los maestros a partir de sus méritos en el desempeño educativo, acciones que se han ido alcanzando y que se generalizarán en el tiempo, pero, insistimos, la consolidación de estas acciones no dependen de la voluntad del SNTE, sino de la capacidad de concertación del Estado mexicano.
La reforma de los contenidos educativos, con base en estándares de desempeño, que ya funcionan en prácticamente todo el mundo, es propuesta por el SNTE y se ha iniciado ya.
Sin duda, no solo para enfrentar la ruptura del tejido social, que es el resultado de estos impactantes tiempos, sino para enfrentar los retos de la equidad y la justicia que hoy transitan por la competitividad y calidad del capital humano, tenemos que darnos a la tarea de repensar el sistema educativo nacional y tomar las decisiones necesarias para reorientarlo y robustecerlo.
La única manera de reconstruir el tejido social es repitiendo lo que hicimos antes para construirlo: formar comunidad social a partir de la reconstrucción de la institución esencial e insustituible: la familia.
Sin familia no habrá comunidad y sin comunidad no habrá respeto, ni tolerancia, ni convivencia posible.
En este contexto, la segunda institución a emplear, esa sí aún vigente por el amplísimo despliegue que tiene en el espacio nacional y el enorme aprecio que conserva de los mexicanos, es la escuela.
La escuela.con una robustecida vinculación entre padres de familia y maestros; convocando a la sociedad a desarrollar en su espacio acciones valorados por ella,con un blindaje adecuado frente a los muchos problemas de convivencia e inseguridad que hoy la amenazan y teniendo la certeza de que es el mejor patrimonio del que disponemos los mexicanos, estará llamada a jugar un papel fundamental en la reconstrucción del tejido social.
En esta idea, dos condiciones son fundamentales para que la escuela pueda cumplir esta misión: que sea correctamente valorada y apoyada con los recursos y aprecios necesarios, también, que jamás pierda el principio filosófico y jurídico en que se sustenta: el laicismo.
El laicismo no es la imposición del Estado sobre concepción filosófica alguna,sino la vía para garantizar la libertad de elección, como el más importante derecho del hombre.
Fenómenos aberrantes como los surgidos en Michoacán o los que vemos en países del Medio Oriente en donde intereses de poder, presentados como fanatismo religioso, socavan las libertades y derechos esenciales del hombre,dimensionan y dan plena vigencia al valor del laicismo como principio rector en la relación humana.
Solo la libertad, eso lo sabemos todos, puede dar sentido al amor, a la convicción profunda, a la verdad y a la fe.
Es el fanatismo, cualquier fanatismo, el que pervierte la fe que no es otra cosa que libertad, aspiración trascendente, luz.
Estoy convencida de que en las acciones que debemos emprender para hacer de la educación lo que todos aspiramos,contarán siempre con los maestros, por nuestra convicción plena y porque tales transformaciones, difícilmente se lograrían sin nosotros.


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